ESTAS LISTO?
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> Vi una estrella fugaz, le pedí llegar a tu corazón. Su brillo me
> recordó tu esencia. Su paso luminoso también trajo a mi memoria que
> vinimos para ayudar a iluminar. Te extraño. Necesito abrazarte a
> través de las palabras, es mi forma de hacerte sentir acompañado. Tu
> intuición está en lo correcto, éste no es un año más. El llamado
> a despertar será aún más fuerte. Millones de almas peregrinas
> buscarán la luz. Comienza el gran cambio. ¿Estás listo?
>
> A veces sentimos que nos movemos en círculos. Parecería que
> solamente cambió el número del año. Salimos a la calle y todo
> permanece igual. ¿Dónde está la magia, dónde está el amor, dónde
> está la armonía? Sigue firme, con fe. La constancia es parte del
> aprendizaje en la tarea de servicio. Tus ojos muy pronto verán lo que
> tu espíritu te susurra. Transitamos una espiral ascendente y
> cristalina que nos instruye y humaniza.
>
> Este año comprenderás el valor de tantas pruebas superadas.
> Impulsarás a que otros reconozcan su propia divinidad interna,
> desplieguen sus alas y vuelen con el corazón abierto. Todo lo vivido
> tuvo su razón de ser. Para ayudar a transformar primero había que
> transformarse. Verás reflejados tus primeros pasos en quienes se
> acerquen manifestando desánimo, falta de sentido y confusión. Será
> tu corazón quien les hable y los anime. Habrá amor en tus acciones y
> un sincero sentimiento de hermandad.
>
> Sonreirás al hacer que otros se pongan de pie para retomar la
> marcha. Recordarás con cuánto esfuerzo emprendiste tu camino, y
> agradecerás a las vivencias por las lecciones aprendidas. Otro será
> el sentido que tendrán tus palabras cuando menciones “la escuela de
> la vida”. Es nuestro tiempo de ayudar. Con las manos unidas y los
> corazones sintonizados en vibraciones sutiles, activaremos una nueva
> humanidad más consciente y sensible.
>
> En aprecio a nuestro acuerdo álmico de transitar este tramo juntos,
> también le pedí a la estrella que donde quiera que te encuentres tus
> ojos siempre contemplen el vaso lleno, con una mitad de agua y la otra
> de aire. El otro deseo lo dejé libre para vos. Nunca dejes de
> iluminar. Puedo sentir tu fortaleza interna. En ti confío. Sé cuál
> será tu respuesta cuando a la hora de poner el hombro te pregunten:
> “¿Estás listo?”.
J.A. Pagano